viernes, 25 de enero de 2013

Según la EPA hay 5.965.400 parados








Por desgracia hay cosas que siguen siendo actualidad, os recordamos post.



¿Por qué a pesar de todas las medidas tomadas la economía va cada vez peor?

Las medidas tomadas por el gobierno van dirigidas a reducir drásticamente el déficit público. Hay 2 caminos, y se han aplicado ambos simultáneamente, aumentar los ingresos del estado y disminuir sus gastos. El aumento de ingresos nos afecta en la subida que hemos sufrido en las retenciones de nuestra nómina, de nuestros servicios u honorarios si somos autónomos o profesionales y por otras vías, de forma indirecta con la subida del IVA que pagamos como consumidores finales cuando compramos cualquier producto. En cuanto a la reducción de los gastos, se han aplicado recortes en todos y cada uno de los capítulos de los presupuestos generales del estado, tanto en 2012 como en los del 2013 que han sido definidos como los más austeros de la democracia. A pesar de todo esto, nuestra economía está cada vez peor, ya que el PIB (producto interior bruto) que mide la riqueza de un país, es cada vez más negativo, es decir, no sólo no crecemos sino que cada vez decrecemos más.
 Los motores para reactivar una economía son 2, el consumo público y el privado. El primero se refiere al estado central y los organismos autonómicos y el segundo a empresas privadas y particulares. Por un lado, los organismos públicos sufren una gran caída en su "consumo", debida tanto al recorte de gastos que por lo general acaba generando supresión de puestos de trabajo, como de inversiones, por ejemplo en infraestructuras. Si el estado no realiza obras públicas, las empresas privadas que se dedican a este sector ven recortadas su trabajo y sus ingresos y por tanto su capacidad de contratar trabajadores. Si el estado no convoca plazas u oposiciones para servicios públicos, ya sea en educación, sanidad o seguridad pública, disminuye también su capacidad directa de generar empleo. Si nos referimos ahora a las empresas privadas, si el consumo en nuestro país está en niveles muy bajos, su capacidad de producir más y generar más empleo pasa por tratar de suplir esa bajada vendiendo fuera de nuestro país, algo que está al alcance de un número no muy amplio de empresas. Si no pueden o no consiguen compensar esa bajada de ventas en mercados exteriores, al final si disminuye su nivel de negocio acaba suponiendo recortes de puestos de trabajo. Y ya para terminar, el tercer eslabón que somos los particulares, el personal "de a pie", que si vemos recortados nuestros ingresos por los factores de que hablamos al principio, el estado nos reduce los servicios que nos presta ( si son indispensables hemos de buscarlos en el sector privado previo pago de los mismos), con menos ingresos y más gastos nuestra capacidad para consumir se ve mermada. Habría que añadir además un factor psicológico, como es el temor que experimenta la gente al estar todo tan mal, con lo cual aquellas familias que sea capaces de tener un excedente en sus ingresos/gastos lo destina al ahorro y no al consumo, ya que cuanto mayor sea nuestro "colchón" por si vienen mal dadas mejor.
 Al final, la consecuencia es que a pesar de tanto recorte, cada vez hay más paro, y hay algo que es evidente, cada nuevo parado es una persona menos que contribuye con sus impuestos a los ingresos del estado y es una persona más que a través de la prestación por desempleo aumenta el gasto estatal. Ni más ni menos que, como se dice comúnmente, es la pescadilla que se muerde la cola, una espiral de la que es muy difícil salir.
¿Hay alternativas?, evidentemente sí. Entonces ¿en qué consisten?, en flexibilizar el objetivo de déficit, pero no renunciando a él, sino cumpliéndolo de una forma más progresiva. Eso permitiría al estado realizar alguna inversión en infraestructuras que ahora mismo no realiza, con lo que se generaría más actividad económica, y si las empresas y los particulares nos vemos menos afectados porque la subida de impuestos es más progresiva y menos drástica, y nos afecta menos la disminución de servicios públicos, tendremos una mayor liquidez que lo normal es que nos haga consumir más y al aumentar las ventas de las empresas se acabe generando empleo. Y esta vez la ecuación es a la inversa, cada parado menos es una prestación social menos que ha de prestar el estado y es un contribuyente más que tributará para mejorar los ingresos del estado.
 Al final, esta conclusión se resume con un ejemplo ilustrativo. Si una familia tiene dificultades para pagar su hipoteca, si renegocia la misma con su banco y obtiene una bajada de su cuota a cambio de alargar su duración, siempre que hablemos de periodos razonables, es muy probable que esa familia pueda hacer frente al pago. Esto es más o menos lo que se está haciendo en USA, ¿por qué en Europa no?, tendremos que preguntarle a nuestros dirigentes que nos expliquen por qué ellos, y sobre todo la señora Merkel, no optan por esta solución. Seguramente es consecuencia de gobernar y tomar medidas para tranquilizar a los mercados...¿qué quiénes son?...pues básicamente como se ha podido ver en alguna película, unos pocos muy poderosos que son capaces con sus actuaciones de condicionar la realidad económica de toda una UE y que, desgraciadamente, ganan más dinero cuando más revueltas bajan las aguas, más que cuando la economía está en ciclos postivos o de crecimiento económico. 


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